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100 _aRomero, John
245 _aGánele al estrés
_c/ John Romero, Traducción Jeannette Insignares
260 _aBogotá :
_bTercer Mundo Editores
_c1993
300 _a192 p. ; 21 cm.
500 _aColeccion Autoayuda
505 _aEn el primer capítulo, el autor brinda una clara definición del estrés. Dice que “el estrés es la respuesta del cuerpo a toda exigencia o presión, son las fuerzas que afectan el equilibrio de una persona”. Además, hace una aclaración entre el estrés benigno y el nocivo enunciando que “el estrés benigno es la presión que nos ayuda a enfrentar y superar situaciones desagradables o dolorosas, haciendo que la vida valga la pena; mientras que “el estrés nocivo es el que produce problemas que se manifiestan en forma de enfermedades, como un exceso de tensión física o mental sobre el cuerpo que causa problemas físicos o mentales”. De igual forma, enuncia algo muy importante: “el estrés puede ser controlado por medios pasivos o medios activos”. Los medios pasivos son aquellos que alteran la conciencia y permiten un desahogo temporal del estrés, e incluso podrían ocasionar más estrés del que se tiene, como por ejemplo el alcohol, las drogas, el cigarrillo y la negación. Mientras que los métodos activos implican el aprender a reconocer y resolver los problemas, tomando un enfoque positivo que permita enfrentar mejor una situación. El segundo capítulo del libro menciona las diferentes reacciones que un ser humano tiene frente al estrés: positivas o negativas, externas o internas, emocionales o físicas. Aquí, uno se da cuenta si realmente está sufriendo de un estrés crónico, haciendo un paralelo con las reacciones que tenemos frente a los hechos que nos suceden a diario. Como complemento de esto, el autor dice que debemos tomar conciencia de nuestros propios sucesos estresantes, porque aunque es imposible vivir sin estrés, se puede al menos prevenirlo y reducir su impacto cuando éste es inevitable. En los capítulos tercero y cuarto, el autor propone las diferentes causas del estrés, y la manera de aprender a reconocerlo. Como seres humanos tenemos demasiadas responsabilidades con nosotros mismos, con los demás, con nuestra familia, con nuestros amigos, en nuestro trabajo, en nuestro estudio, hasta en las situaciones en que nos divertimos como salir a rumbear, irse de vacaciones o descansar en la casa. El hecho de pensar en cumplir todas y cada una de estas cosas, genera en nosotros altos niveles de ansiedad, nerviosismo, inseguridad y mucha incertidumbre. Es una presión constante de la que no podemos escapar y a la que tenemos que responder. Es en nuestro diario vivir donde tenemos que reconocer las situaciones que nos estresan. Sin embargo, debemos aprender cómo controlar el estrés: ya sea el nuestro o el de los demás. Entre las estrategias que el autor plantea para llevar un óptimo control de las situaciones estresantes son la confianza en sí mismo, la responsabilidad y la seguridad. Debemos de confiar en nuestras capacidades y habilidades y ser conscientes de que no tenemos el mundo en nuestras manos, pero que sí somos capaces de hacer muchas cosas y de poder salir adelante, pero esto hay que hacerlo con responsabilidad y dedicación tratando de satisfacer primero nuestras prioridades y luego las actividades secundarias. Por último, no hay que hacerse amigos de la inseguridad y debemos es estar seguro de lo que hacemos y de lo que podemos lograr.
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