Nido de hidalgos : Fiódor Lavretski, un noble ruso que regresa a su tierra tras ser traicionado por su esposa. En el campo conoce a Liza, una joven pura y religiosa, y surge entre ellos un amor sincero. Cuando Lavretski cree libre su corazón, reaparece su esposa, frustrando sus esperanzas. Liza, fiel a sus principios, decide ingresar a un convento, mientras Lavretski se resigna a la soledad. La novela refleja el desencanto, la imposibilidad de la felicidad y el contraste entre tradición y modernidad en la Rusia del siglo XIX.

Los tres: retrata la vida dura y opresiva de la Rusia zarista a través de tres jóvenes huérfanos: Ilja, Paška y Jakov. Cada uno sueña con un futuro distinto: Ilja aspira a una vida honrada, Paška busca amor y poesía, y Jakov anhela peregrinar a los Santos Lugares. Sin embargo, la realidad los arrastra a la tragedia: Ilja mata por celos y se suicida, Paška solo encuentra una prostituta, y Jakov es forzado a una vida que desprecia. La obra muestra cómo la pobreza y la injusticia social destruyen las ilusiones, aunque al final surge una tenue esperanza con Sonja, una joven que simboliza la posibilidad de redención y cambio. Gorki combina crítica social con la idea de la bondad humana sofocada por un sistema injusto.

Los campesinos: La historia de Nicolái, un camarero enfermo que regresa con su familia a su aldea natal buscando ayuda. Allí descubre la dura realidad del campo: pobreza, violencia, alcoholismo e indiferencia. La vida rural no ofrece alivio, sino miseria y desesperanza. A través de escenas cotidianas, Chéjov muestra la falta de empatía y el estancamiento social. Es una crítica realista a la condición humana en entornos opresivos.

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